
todos de espalda, mi perfil... y tu cara, ajena a todos...Poco cambió de aquella época, yo sigo gris, todos negros, y ya no hay blancos... Solo la ría de Vigo sigue igual, cuantos encuentros!
Me cuesta creer que todo sigue cada vez que miro atrás, cada vez que me busco en aquel que fui. Supongo que somos esclavos de nuestros recuerdos y dueños de las palabras... o esclavos de las palabras y dueños de nuestros silencios... Son tantas las veces que quiero gritar y callo, tantas las ganas de volar y me apalanco, tantas las ganas de soñar, y siempre de los sueños me escapo... que todo se rompe en pasado, lo rompo en pedazos... Tengo esa cualidad; se supone que todos tenemos una virtud, aunque solo sea una... lo difícil es dar con ella.
Pues la mía es aniquilar ilusiones, destrozar futuros ciertos y no tanto.
No creo que lo haga consciente, solo cuando abandono mis deseos es cuando más peligro tengo. Supongo que tendrá que ver con la pérdida de la inocencia (...las tan ansiadas ingenuidad e inconciencia, tan muertas en vida como olvidadas).
Siempre anduve en muchos mundos, unos más lejos y otros más cerca
Siempre anduve en muchas cabezas, fui y ¿soy? una persona inquieta, despierta, enamorada de las personas, las verdes y las rojas, las dulces y las sosas, las sanas y las desastrosas, a ojos del que mira, empañados de todas y cada una de sus limitaciones, de cada uno de sus fracasos, de cada corazón expirado...
Pero básicamente es el ser humano lo que me fascina... y me destroza.
Recuerdo...
la magia de Chusa
la inocencia de Isis
la contradicción de Isa
la sensualidad de Iri
la tranquilidad inconsciente de Pa
la naturaleza de Noe
la intriga de Cris
la voz de Begoña
la dulzura de Olaia
la segunda primera vez con Isabel
el encuentro con Marta, el cariño de Marta
el deseo sueño con Sabela
lo que no fue con María
lo que no tenía que haber sido con otras tantas otras
lo que se derramó por cuerpo, dentro y fuera, descuidos y otros no más juegos
esas caricias, ese contacto sabido sempiterno, pronto varado en mis miedos...
pero sobre todo, recuerdo mi constante inconstancia en el ser y el estar,
en el denso momento sí estado, pero no continuado.
Me presento, el que soy, hasta ahora el que había sido
Soy verde, como los perros. Destrozo sueños, en eso debo ser experto,
será por no creer en lo que creo. El arte me atrapa en todas sus formas,
del dolor me duele también en todas sus formas, aunque lo dosifico, no lo muestro, me lo guardo. Soy serio y tranquilo, y me río, lloro, aunque a trozos. No me canso de buscar, y siempre encuentro cuando me abandono de la razón.
Ayer tu beso agrio me lo recordó, me acercó a aquello de lo que me aparto.
Así me fui, cansado de tanto todo ¿para qué?, tanto y más vacío.
Hubo una vez que la ilusión me llevaba...
"La locura cura mi rutina mientras dura,
mientras tanto, como un camaleón, cambiando mi armadura"
(Loco, de los Ermitaños del Río)
Recuerdo cuando volaba...